Si eres un inmigrante mayor de 60 años y has obtenido recientemente tu residencia o ciudadanía en Estados Unidos, probablemente enfrentas la preocupación sobre tu futuro financiero. El tiempo limitado que has contribuido al Seguro Social puede hacerte dudar de si llegarás a calificar para una pensión de retiro. Esta incertidumbre afecta a muchas personas de nuestra comunidad latina que, por diversas circunstancias, comenzaron a trabajar y aportar al Fondo del Seguro Social en una etapa avanzada de su vida.
Este artículo ofrece una guía completa, detallada y actualizada para que comprendas con claridad cómo calificar para el retiro del Seguro Social, incluso si cuentas con pocos años de contribución antes de tus 60 años o más. Con información precisa, consejos prácticos y explicaciones claras, resolveremos tus dudas y te ayudaremos a planificar mejor tu futuro económico.
Durante las últimas dos décadas, hemos presenciado un aumento significativo en la población inmigrante en Estados Unidos, especialmente entre las personas de edad avanzada. De acuerdo con la Oficina del Censo de EE.UU., la cantidad de inmigrantes mayores de 50 años creció un 114%, de mayores de 55 años un 120%, y de mayores de 65 años un 108%. Este crecimiento acelerado tiene diversas causas, pero lo importante es que cada vez más inmigrantes adultos mayores están entrando al sistema laboral y a la economía estadounidense, generando una necesidad urgente de entender cómo acceder a los beneficios de seguridad social.
Ante esta realidad, es imprescindible que personas como tú, mayor de 60 años y nuevo en el sistema, conozcan sus opciones para construir un ingreso estable en la vejez. La jubilación con una pensión garantizada es un derecho que puede alcanzarse incluso si comenzaste a trabajar en Estados Unidos tardíamente.
El Seguro Social en Estados Unidos se basa en la Ley Federal de Contribuciones, conocida comúnmente como FICA, establecida en 1935 por el presidente Franklin D. Roosevelt. Esta ley creó un sistema de impuestos sobre la nómina para financiar los beneficios de jubilación, discapacidad y sobrevivientes. La idea era que el dinero recaudado a través de estos impuestos perteneciera directamente a los trabajadores y no dependiera del gasto general del gobierno, evitando que esas contribuciones se usaran para otros fines.
En 1965, con la administración de Lyndon Johnson, se agregó el programa de Medicare, que utiliza parte de estos fondos para brindar atención médica a personas mayores de 65 años.
El Seguro Social se financia mediante un impuesto pagado tanto por empleados como por empleadores, que juntos suman el 15.3% del salario del trabajador:
Si trabajas por cuenta propia, eres responsable de pagar el 15.3% completo a través de un impuesto llamado Self-Employment Contributions Act (SECA). Esto puede parecer una carga, pero tú puedes deducir la parte del empleador como gasto de negocio para aliviar la carga fiscal.
Los créditos del Seguro Social son unidades o “monedas” que se acumulan con base en tus ganancias anuales. El Seguro Social utiliza estos créditos para determinar tu derecho a beneficios como jubilación, discapacidad, y beneficios para familiares o sobrevivientes. En 2025, el monto de ingresos para obtener un crédito puede aumentar ligeramente en relación con años anteriores, pero para referencia, en 2022 por ejemplo, se obtenía un crédito por cada $1,510 de ganancias hasta un máximo de 4 créditos por año (equivalente a $6,040).
Para calificar a un beneficio de retiro del Seguro Social, generalmente se requieren 40 créditos, equivalentes a 10 años de trabajo con aportaciones suficientes. Esta regla aplica para personas nacidas en 1929 o años posteriores. Por ello, si estás comenzando tu empleo o reportando ingresos después de los 60 años, es importante planificar para alcanzar esos 10 años de aportaciones, sin importar que se inicie en una etapa avanzada de la vida.
Absolutamente sí. No existe una edad límite para seguir trabajando, hacer aportaciones y sumar créditos para el Seguro Social. Incluso si ya estás recibiendo un beneficio, puedes continuar trabajando y contribuyendo, y el Seguro Social revisará anualmente si tus nuevos ingresos aumentan tu beneficio mensual.
Esto es especialmente relevante para inmigrantes que llegaron a una edad avanzada y no alcanzan aún los créditos necesarios. Puedes trabajar hasta cumplir los créditos y luego reclamar un beneficio más alto que refleje todas tus aportaciones.
El monto que recibirás mensualmente dependerá principalmente de tus ingresos durante los años que cotizaste. Trabajar por 10 años sumando 40 créditos suele resultar en una pensión menor a una persona que haya cotizado 30 o 40 años.
Además, cuanto más tardes en reclamar el beneficio, mayor será el monto mensual (hasta los 70 años). Reclamar antes de la edad plena de jubilación puede reducir tus pagos. Por ello, es clave entender las edades mínimas y máximas para optimizar tus ingresos.
El Seguro Social permite reclamar la pensión de jubilación a partir de los 62 años, pero con reducción en el pago mensual si se toma antes de la edad de retiro plena (que varía entre 66 y 67 años, dependiendo del año de nacimiento).
Usted puede comenzar a recibir los beneficios de jubilación del Seguro Social a partir de los 62 años. Sin embargo, cuanto más espere para empezar a recibir su jubilación, hasta los 70, mayores serán los pagos. Después de los 70 años sus beneficios ya no aumentarán.
Si por cualquier motivo no puedes reunir los créditos necesarios para la jubilación, existen en Estados Unidos beneficios alternativos como el SSI (Supplemental Security Income) y beneficios para cónyuges que pueden ayudarte a complementar tus ingresos. La coordinación entre estos beneficios y el Seguro Social puede ser una herramienta útil para tu seguridad financiera.
Además, a lo largo del tiempo han surgido diferentes estrategias para maximizar accesos, como trabajar más años, demorar la petición o combinar beneficios. En otro material detallaremos estas opciones, pero es importante que sepas que no todo está perdido si no llegas a los 40 créditos.
Como trabajador independiente, debes pagar la totalidad del impuesto del Seguro Social y Medicare bajo el programa SECA, lo cual normalmente implica un pago de aproximadamente 15.3% sobre tus ingresos netos.
Debes llevar un registro cuidadoso de tus ingresos y gastos para declarar correctamente y asegurar que tus aportaciones sean reconocidas por la Administración del Seguro Social. Así, podrás acumular créditos como cualquier otro trabajador.
Tipo de Trabajador | Impuesto sobre la nómina | Acumulación de Créditos | Deducción Fiscal | Beneficio potencial |
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Empleado asalariado | 7.65% empleado + 7.65% empleador | Basado en ingresos reportados | No | Créditos según ingresos y años cotizados |
Trabajador independiente | 15.3% total SECA | Basado en ingresos netos declarados | Parte del impuesto pagado (7.65%) deducible | Créditos según ingresos y años cotizados |
Es fundamental que consultes periódicamente tu registro de ganancias y créditos en la cuenta de Seguro Social para asegurarte que las contribuciones se reflejen correctamente y evitar futuras discrepancias que podrían afectar tus beneficios.
Puedes solicitar un reporte anual gratuito con la Administración del Seguro Social, donde verás todos los créditos acumulados y el cálculo estimado de tu beneficio de retiro, lo que te ayudará a planificar mejor tu futuro.
Debes acumular 40 créditos, que comúnmente equivalen a 10 años de trabajo con ingresos suficientes para obtener 4 créditos por año. Esta es la regla general para calificar para beneficios de jubilación.
Sí, no existe una edad límite para trabajar. Si trabajas y sigues contribuyendo, tus ingresos pueden aumentar el monto de tu beneficio en base a las ganancias adicionales que sumes.
No. Los créditos son acumulativos y no se pierden, permanecen en tu historial incluso si no tienes ingresos algunos años.
No podrás recibir un beneficio de jubilación, pero podrías calificar para otros programas como el SSI o beneficios por cónyuge. Existen estrategias alternativas para mejorar tu situación.
Reclamar antes de tu edad plena reduce el monto mensual. Esperar hasta los 70 años puede aumentar tu beneficio máximo.
En algunos casos, bajo acuerdos de totalización internacional, los años cotizados en ciertos países pueden sumarse para cumplir con los requisitos mínimos.
Debes pagar ambos impuestos (empleado y empleador), pero puedes deducir parte de esta carga fiscal. Tus aportes serán contabilizados para tus créditos y beneficios.
Necesitas obtener un número de Seguro Social para trabajar legalmente y acumular créditos. La solicitud puede hacerse en oficinas oficiales del Seguro Social.
Acude directamente a una oficina del Seguro Social o consulta con un profesional confiable para corregir errores y aclarar tus dudas.
Existen organizaciones comunitarias y servicios gratuitos para asistir en el proceso de solicitud y orientación sobre beneficios.
Usted puede comenzar a recibir los beneficios de jubilación del Seguro Social a partir de los 62 años, que es la edad mínima permitida para el retiro bajo este beneficio. Sin embargo, es importante entender que si decide retirarse a esta edad, el pago mensual que recibirá será menor que si espera a la edad plena de jubilación, la cual varía entre los 66 y 67 años, dependiendo del año de nacimiento.
Por cada mes que usted retrase el retiro después de su edad plena de jubilación, hasta los 70 años, sus pagos aumentarán aproximadamente un 8% anual, lo cual puede traducirse en un incremento significativo en sus ingresos de jubilación. Este incremento se llama beneficio diferido o "delayed retirement credit". No obstante, una vez que cumpla los 70 años, el beneficio ya no incrementará, y es recomendable reclamar el beneficio antes o en esa edad para aprovecharlo al máximo.
Por lo tanto, si tiene poco tiempo de contribución y desea maximizar sus beneficios, vale la pena considerar estos factores para planificar el mejor momento para retirarse y comenzar a cobrar su seguro social.
Acceder a un número de Seguro Social o beneficios vinculados siendo indocumentado es un proceso complejo, ya que el sistema requiere documentación legal para trabajar y cotizar. Sin embargo, para situaciones de emergencia o acceso a ciertos servicios, puede visitar una oficina local del Departamento de Seguro Social (SDI) para pedir orientación.
En algunos casos, si ha trabajado con un Número de Identificación Personal (ITIN) o sin documentos, aún puede ser elegible para algún tipo de servicio o apoyo, aunque no para beneficios completos de jubilación. Recomendamos consultar directamente, o con un abogado especializado en inmigración o servicios sociales para conocer opciones disponibles.
Para iniciar trámites o solicitar formularios, puede llamar al 1-800-480-3287 o preguntar en el consultorio médico o de su empleador si dispone de copias de solicitud o asesoría. También, algunas organizaciones comunitarias ayudan a personas en situación irregular a navegar por el sistema.
Si decides retirarte a los 62 años, tus beneficios del Seguro Social se reducirán en comparación con lo que recibirías si esperas a tu edad plena de jubilación o más. Por ejemplo, si tu edad plena de jubilación es 67 años, y comienzas a retirar a los 62, tu beneficio mensual será alrededor del 70 a 75% de la cantidad completa que correspondería.
Esta reducción se aplica porque el sistema calcula que estarás recibiendo beneficios durante más años. En términos prácticos, si tu beneficio estimado es $1,000 mensuales a los 67 años, retirarte a los 62 podría reducirlo a aproximadamente $700 a $750 mensuales.
Es muy importante considerar tu estado de salud, expectativas de vida y necesidades financieras actuales. A veces, recibir un ingreso menor temprano puede ser preferible a esperar, y otras veces conviene retrasar para aumentar el beneficio. Muchos usan la calculadora oficial de la Administración del Seguro Social para simular montos y tomar decisiones informadas.
Para visualizar de forma clara y fácil las opciones sobre las edades para reclamar tu beneficio y cómo varían los pagos, te invitamos a ver este video explicativo que te ayudará a entender cada detalle importante.
Planificar el retiro no solo implica cumplir un requisito de tiempo para obtener beneficios. También requiere que analices tus necesidades financieras, salud, familia y expectativas de vida. La jubilación puede durar hasta 30 años gracias a avances médicos, por lo que asegurar una fuente fiable de ingresos es vital.
Para un inmigrante adulto mayor, la realidad de comenzar a cotizar tarde puede verse como un desafío, pero también como una oportunidad para ajustar los planes. Trabajar más años si es posible, ahorrar aparte, y conocer los diferentes beneficios disponibles contribuyen a un retiro digno y tranquilo.
Para quienes no logren reunir los 40 créditos, existen otras alternativas como el acceso a beneficios de protección social, incluyendo el SSI, y opciones para cónyuges o familiares. Estas alternativas pueden ayudar a complementar ingresos y mejorar significativamente la calidad de vida durante la jubilación.
Además, mantenerse informado sobre cambios en la legislación, ajustes anuales en el monto de créditos, y actualizaciones en las tasas de contribución permite aprovechar mejor el sistema de Seguridad Social.
Es vital que los inmigrantes mayores comprendan que aún con pocos años cotizando es posible acceder a la pensión del Seguro Social y que seguir trabajando incluso después de los 60, 65 o 70 años, es una opción válida y recomendable.
La clave está en planificar, informarse, y aprovechar cada año laboral para acumular créditos y maximizar los beneficios. Con el conocimiento correcto ayudamos a nuestra comunidad a vivir con mayor seguridad y tranquilidad en la vejez.
Te invitamos a visitar regularmente www.registrounicotributario.com, donde encontrarás las últimas noticias, guías y recursos actualizados para tu bienestar económico y tributario en Estados Unidos.