El Artículo 39 de la Constitución Mexicana es uno de los preceptos fundamentales que establece la base del poder político en México. Comprender su significado implica adentrarse en conceptos esenciales como la soberanía popular, el origen del poder y la naturaleza de la democracia en el país. En este artículo, explicaremos detalladamente cada elemento del artículo 39, desmontando dudas frecuentes y ofreciendo una visión amplia y clara que sirva para cualquier persona interesada en conocer sus derechos y el funcionamiento político mexicano.
En 2025, el entendimiento de la Constitución sigue siendo clave para ejercer una ciudadanía activa, y el artículo 39 es una pieza central para toda persona que quiera comprender cómo y por qué el pueblo mexicano es el titular del poder público. Acompáñanos en este recorrido jurídico y social.
El Artículo 39 forma parte del Capítulo I, Título Primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, conocido como “De los derechos humanos y sus garantías”. Este artículo es vital porque establece que la soberanía nacional reside esencialmente en el pueblo.
La historia del artículo 39 muestra cómo, a partir de la Revolución Mexicana, se consolidó el concepto de soberanía popular como fundamento del Estado mexicano, desplazando la idea de soberanía monárquica o autoritaria. La democracia representativa que hoy conocemos no podría entenderse sin esta base.
Antes de la Constitución de 1917, México tuvo varias constituciones y leyes fundamentales —cada una con enfoques diferentes en cuanto a la distribución del poder y la soberanía— que fueron evolucionando desde la independencia. El artículo 39 refrenda el papel fundamental del pueblo como origen de la autoridad, un concepto revolucionario en su época y aún vigente.
En el siglo XXI, conocer y aplicar el artículo 39 permite a los ciudadanos entender por qué tienen derechos políticos como votar, participar en asociaciones civiles o incluso en mecanismos de democracia directa. El artículo 39 legitima esos derechos y obligaciones.
Para facilitar la comprensión, presentamos el texto completo y oficial del artículo:
“La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.”
Esta frase establece la base del sistema democrático. Soberanía hace referencia al poder supremo que tiene una nación para gobernarse a sí misma.
Esta parte explica que todos los poderes legislativo, ejecutivo y judicial provienen del pueblo y que su función es servir a los intereses colectivos, no a intereses particulares o grupos de poder.
Este es un derecho fundamental: el pueblo puede cambiar su gobierno si considera que éste ya no responde a sus necesidades o intereses. Este principio da sustento a movimientos democráticos, revoluciones y reformas constituciones.
La soberanía es la autoridad suprema e independiente del pueblo para decidir sobre su propio destino político. Se traduce en que ningún poder externo o interno puede dominar al pueblo mexicano. En la práctica, el ejercicio soberano se da a través de elecciones, mecanismos de participación popular y mandatos constitucionales.
Dudas frecuentes incluyen si la soberanía puede ser delegada o cedida. La respuesta es que la soberanía es inalienable y no puede ser transferida permanentemente, aunque se ejerce a través de representantes.
El pueblo mexicano comprende a todos los ciudadanos, pero también incluye el concepto de que es una entidad colectiva que posee derechos y poderes. El pueblo se manifiesta mediante el voto, la participación en asociaciones y el ejercicio de derechos políticos.
Una pregunta habitual es si solo los ciudadanos tienen soberanía. La Constitución señala que la soberanía reside en el pueblo constituido por los ciudadanos mexicanos con derechos plenos.
Inalienable significa que no puede perderse ni ser cedido a otro, ni puede ser invalidado. El pueblo mantiene sin interrupción el derecho de modificar el sistema político, asegurando la permanencia de la democracia y garantizando la legitimidad del poder.
La soberanía popular se ejerce principalmente a través de:
Así, el pueblo tiene mecanismos para influir directamente en el gobierno y en las políticas públicas, lo que refrenda su rol central en la vida política.
Un ejemplo claro es cuando la ciudadanía utiliza un referéndum para modificar alguna ley o decide remplazar a sus autoridades en elecciones. Esto es la manifestación palpable del derecho inalienable mencionado en el artículo 39.
El artículo 39 es la columna vertebral de la democracia representativa, al asegurar que el poder no reside en gobernantes hereditarios o dictadores, sino en la voluntad colectiva del pueblo.
En términos prácticos, garantiza que las instituciones públicas están obligadas a rendir cuentas y que los funcionarios son elegidos para servir al pueblo.
Aunque el pueblo es soberano, existen normas y procedimientos para que el ejercicio del poder respete derechos humanos y perturbe el orden público. Esto equilibra la soberanía con la seguridad jurídica y la convivencia social.
El artículo 39 también se relaciona con la estructura federal del país, donde cada estado tiene cierto grado de autonomía, pero la soberanía nacional reside en el pueblo mexicano en su conjunto.
El artículo establece que todo poder público dimana del pueblo, lo que implica que los órganos del Estado (Congreso, Ejecutivo y Poder Judicial) existen para servir a la ciudadanía y no para someterla.
La soberanía del pueblo sustenta derechos esenciales como:
Estos derechos garantizan que la voluntad popular se refleje en decisiones concretas.
Para contextualizar mejor su importancia, veamos cómo se aborda la soberanía en otras constituciones y qué lo hace único en México.
País | Concepto de soberanía | Relación con el pueblo |
---|---|---|
México | Reside esencial y originalmente en el pueblo | El pueblo es titular y tiene derecho inalienable a cambiar el gobierno |
Estados Unidos | Delegada a través del pueblo y limitada por la Constitución | El pueblo ejerce soberanía mediante representantes electos |
Francia | Soberanía nacional reside en el pueblo | Democracia participativa y directa en algunos casos |
El artículo 39 reconoce que el pueblo puede modificar el régimen político. Esta transformación ocurre a través de:
Esta flexibilidad permite que el sistema político se adapte sin romper la unidad social.
En 1917, cuando se promulgó la Constitución actual, el pueblo mexicano modificó radicalmente la forma de gobierno, dejando atrás regímenes autoritarios.
Otra forma en que el pueblo ejerce su soberanía es mediante la presentación de proyectos de ley, conocidos como iniciativa popular.
El artículo 39 reconoce que los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o asociaciones sin intervención del Estado. Este derecho es fundamental para la participación organizada en el ámbito laboral y social.
El reconocimiento legal ocurre automáticamente con la inscripción del acta constitutiva, fortaleciendo la voz colectiva del pueblo en espacios específicos.
La soberanía es el principio constitucional que reconoce al pueblo como el único y último poseedor del poder político. En el contexto del artículo 39, destaca porque despeja cualquier duda sobre cuál es el origen del poder público en México.
Una duda común es si la soberanía puede compartirse con órganos internacionales o poderes externos. En México, la soberanía es indivisible, aunque existen tratados internacionales que requieren colaboración, siempre respetando la Constitución.
Entender a quién se refiere el término “pueblo” es esencial. No implica simplemente la población, sino al cuerpo ciudadano con derechos políticos. Este concepto legitima que toda acción política debe buscar su beneficio y que su voluntad es la única fuente de autoridad.
El carácter inalienable del derecho a modificar el gobierno implica que el pueblo nunca pierde la capacidad de ejercer control y vigilancia sobre el poder. No hay plazo ni condiciones que limiten esta facultad.
El artículo 39 señala que la soberanía nacional reside originalmente en el pueblo y que todo poder público emana de éste para su beneficio. Esto significa que los ciudadanos son la fuente última de poder y tienen el derecho de cambiar la forma de su gobierno cuando lo consideren necesario.
Esta disposición amplía la participación ciudadana al permitir que cualquier ciudadano o conjunto de ciudadanos pueda presentar iniciativas de ley al Congreso. Es un mecanismo que fortalece la democracia al abrir espacio para que propuestas y reformas puedan surgir desde la sociedad civil.
Establece que trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o asociaciones sin intervención estatal, y que el reconocimiento jurídico ocurre con la inscripción del acta constitutiva. Esto protege el derecho de asociación y organización laboral y social.
En el numeral 4 del artículo 39 se establece la igualdad ante la ley de mujeres y hombres, prohibiendo cualquier acto que disminuya o anule sus derechos fundamentales en condiciones de igualdad. Este precepto es fundamental para garantizar la equidad de género en México.
El pueblo puede modificar el sistema político por medio de reformas constitucionales, mecanismos electorales o consultas populares como el referéndum, siempre dentro del marco jurídico vigente.
No. La soberanía es un derecho inalienable del pueblo mexicano y no puede cederse. Aunque México celebra tratados internacionales, estos no pueden contravenir ni reducir la soberanía nacional establecida por la Constitución.
Significa que cualquier autoridad o institución que ejerza poder político lo hace por mandato popular. No existen poderes por sí mismos o por derecho divino; todos tienen origen en la voluntad del pueblo.
Los principales son el voto en elecciones, la iniciativa ciudadana, la participación en asociaciones civiles, y mecanismos de consulta como referéndum y plebiscito.
Aunque es un derecho inalienable, las modificaciones deben respetar los procedimientos legales y no pueden violentar otros derechos fundamentales o el orden constitucional esencial.
Al establecer que la soberanía reside en el pueblo y que todo poder deriva de éste, obliga a que el gobierno sea legítimo y funcione para beneficio social, asegurando la participación activa y el control ciudadano.
El artículo 39 significa que el poder supremo y esencialmente originario pertenece al pueblo, quien es la única fuente legítima de toda autoridad pública en México. Este principio otorga a los ciudadanos el control sobre las instituciones de gobierno y garantiza que las leyes y decisiones políticas emanen de la voluntad popular. Además, establece que el pueblo tiene el derecho inalienable –es decir, que no puede ser renunciado o transferido de manera definitiva– de cambiar o modificar la forma en que se organiza el gobierno. Esto es fundamental para mantener la flexibilidad del sistema político mexicano y garantiza que los ciudadanos puedan, si lo consideran necesario, transformar el régimen político sin limitar su propio poder soberano.
Según el texto, el artículo 39 también contempla los derechos colectivos de los trabajadores y empleadores para constituir sindicatos o asociaciones sin la intervención del Estado. El reconocimiento jurídico inmediato con la inscripción del acta de constitución formaliza la independencia y autonomía de estas organizaciones sociales. Esto fortalece la democracia social porque asegura que grupos fundamentales dentro de la sociedad puedan organizarse libremente para proteger sus intereses laborales y sociales, lo que a su vez es una extensión del ejercicio de la soberanía popular en la vida pública. Sin embargo, la conformación de estas organizaciones debe respetar la legalidad vigente y no puede usarse para propósitos contrarios a las leyes o la paz social.
El numeral 4 del artículo 39 establece una cláusula de igualdad ante la ley para mujeres y hombres. Señala que está prohibido cualquier acto que busque menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad de los derechos fundamentales entre los dos géneros. Esta disposición es crucial porque reconoce explícitamente la importancia de la equidad de género, asegurando que la soberanía popular no sea discriminatoria ni excluyente. Este principio legal sirve para fundamentar políticas públicas de igualdad, protección contra la violencia de género, y promoción del acceso equitativo a derechos civiles, políticos, económicos y sociales. Así, el artículo 39 no solo trata del origen del poder, sino también del respeto irrestricto a la dignidad y derechos humanos universales.
Para complementar esta explicación detallada, te invitamos a ver este video que ofrece una exposición clara y amigable sobre el Artículo 39 de la Constitución Mexicana, facilitando la comprensión a través de ejemplos y un lenguaje accesible.
El Artículo 39 de la Constitución Política de México es la piedra angular que asegura que el poder político reside en el pueblo, que es quien lo otorga y puede modificar el modelo de gobierno cuando lo crea conveniente. Su contenido, compacto pero profundo, sostiene la democracia mexicana y fortalece el Estado de Derecho.
Comprender a fondo este artículo permite a los ciudadanos participar más activamente en la vida política, exigir rendición de cuentas y preservar sus derechos fundamentales.
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